La novela "El conde de Saint Germain y el miserable señor Bermiñón" se presenta el jueves 21 de diciembre en la MAC de Santa Cruz de Tenerife


Begoña Lorenzo Baena irrumpe en las lides literarias con esta obra


Begoña Lorenzo Baena acaba de irrumpir en las lides literarias con su novela El conde de Saint Germain y el miserable señor Bermiñón. La obra, que acaba de ser publicada por Escritura entre las nubes, se presenta el jueves 21 de diciembre, a las 18:30 horas, en la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC) de Santa Cruz de Tenerife (calle Robayna, 2, esquina Castillo). En el acto intervendrá, junto a la autora, la editora Elena Morales.

El miserable señor Bermiñón se ha instalado, por fin, en su lujoso chalet con su segunda mujer. Atrás quedaron sus desventuras en París y su alegre infancia en Espíritu Blanco. Entretanto, el conde de Saint Germain espera impaciente, en su ataúd, hasta que llegue el momento de habitar a su nuevo «envase», un engendro de su ayudante Galaxia y de una perversa mujer. ¿Podrá este alquimista extender la maldad por el mundo y lograr la inmortalidad gracias al pacto que ha firmado con el diablo?

La novela El conde de Saint Germain y el miserable señor Bermiñón transcurre en distintos espacios geográficos. Algunos de ellos son reales, como París, Haití, Nueva Orleans y La India; otros son ficticios, como Espíritu Blanco, un pueblecillo inmaculado perdido en unas sierras secas y sofocantes que la autora sitúa a unos miles de kilómetros de París y que pensamos que podría encontrarse en Andalucía; y la isla tropical, que es descrita ante los ojos de un extranjero francés que llega a esa tierra (el señor Bermiñón). 


Trayectoria de la autora


Begoña Lorenzo Baena nació en Bélgica, en 1966, de padre inmigrante canario y madre andaluza. Cursó sus estudios hasta bachillero en Bruselas. En el instituto ganaba concursos literarios, sobretodo de poesía, que, a menudo, eran publicados en periódicos locales. Escribe desde su infancia tanto en español como en francés.

Dejó atrás su tierra natal y llegó a Tenerife por amor. Tenía por entonces 19 años y empezó a trabajar en el consulado de Francia en Santa Cruz. Más tarde impartió clases de francés en academias y a particulares. A raíz del abandono de su marido, y a solas con sus dos hijos, realizó distintos trabajos para sobrevivir: como cajera de supermercado, azafata de promoción, etc. Se acaba de recuperar de un cáncer de mama y sufre una discapacidad física del 68 %.

En Tenerife se formó en protocolo empresarial y cursó Docencia para la formación de empleo en el INEM. En la actualidad imparte clases de francés en una academia privada.

Su novela El conde de Saint Germain y el miserable señor Bermiñón acaba de ver la luz en Escritura entre las nubes.